lunes, 30 de julio de 2007

Dinero gratis - O taxista ful

Un taxista que no es taxista. Una vida que no es vida. Sin trabajo no eres nadie. Decide robar taxis y trabajar con ellos de noche. Después los deja en el mismo lugar donde los encontró. Será detenido. Querrá huir. Se hundirá en la soledad hasta que encuentre a un amigo.

La libertad empieza donde termina el miedo.

Dinero Gratis

¿Te atreverías a pensarlo? ¿Te atreverías a vivirlo? Contra el trabajo y la precariedad que poco a poco te comen por dentro. Vomita sobre este mundo. Con su amigo descubrirá un mundo hecho de mundos. Juntos. Es posible darse colectivamente dinero. Es posible vivir de otro modo. De pie. Mirando cara a cara el sol. Sin esperar nada. Agujereando la realidad una y otra vez. Sin descanso. Desesperadamente.

->Web del taxista ful<-

INVITACION

Dinero Gratis, dos palabras muy comunes, que puestas juntas chirrían como el deslizarse de un tenedor por la base de una sartén vacía.

Dinero Gratis, un grito de asco contra este mundo, reapropiación colectiva, reunión de amigos contra el chantaje del trabajo y del consumo, búsqueda incesante, contra la soledad, el dolor y el miedo, provocación insolente.

Nada que pedir a nadie.

Dinero Gratis no es una organización, no es un colectivo, no es una franquicia, no pertenece a nadie.

Intento de agujerear la realidad de una sociedad podrida.

A ello te invitamos.

Quien quiera que seas, donde quiera que estés.

A seguir experimentando y explorando nuevos modos y caminos entre las grietas de este asqueroso mundo.

Dinero Gratis ¿Te atreves a pensarlo?


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La especulación no es el problema pero el DINERO GRATIS sí es la solución.

Después de de la derrota experimentada por todos aquellos que quisimos atacar el cielo, el paisaje político social se ha alterado sustancialmente. Hemos entrado en una larga época de rebajas y no reconocerlo es lo que permite seguir como si nada hubiese cambiado, como si el horizonte emancipatorio siguiese allí delante nuestro esperándonos. En vez de luchar contra el capitalismo ahora tenemos que luchar contra la globalización y la especulación. Y, a la que nos descuidamos, el discurso crítico no va más allá del humanitarismo, de la reivindicación del Derecho... La victoria del enemigo ha consistido justamente en conseguir esto: desviar nuestra atención hacia lo que no es lo esencial. Enfrentándonos a la especulación, en concreto, hacemos como aquel que queriendo mirar la luna dirigía su mirada al dedo que la señalaba.

Denunciar la especulación o la corrupción es denunciar unos males que son consubstanciales al propio capitalismo desde sus inicios. El problema hoy no es la especulación - que como decimos siempre ha acompañado a la bestia - sino la monetarización generalizada que ha subsumido todos los ámbitos de la vida. Nuestra experimentación del mundo, nuestra forma de establecer relaciones sociales... todo es mediatizado crecientemente por el dinero. El orden monetario se afianza así gracias a la violencia de la propia moneda. Antes se recuperaban mediante la inflación los aumentos salariales que los trabajadores arrancaban con su lucha. Ahora la economía-casino parece producir y reproducir sola las ganancias del capital. Pero, a pesar de que el trabajo no ocupe una posición central, todo sigue pasando por el intercambio mercantil, por la relación monetaria como comprueban día a día los excluidos, los precarios que somos ya todos. Si tienes dinero estás dentro de la sociedad, si no lo tienes te pone fuera de ella. A la violencia de la moneda que significa exclusión y obligación al trabajo sólo se le puede oponer otra violencia. Porque el dinero funciona como un código, es decir, como un juego de diferencias: tener dinero/no tener dinero. El código es lo que organiza la realidad dándole su coherencia interna, permitiendo que funcione. La violencia que hace saltar este código porque no puede integrarla únicamente puede ser: dinero gratis. Dinero gratis es un grito que nada puede acallar. Pero no hay que confundirlo con una reivindicación. Cuando el dinero lo ha llenado todo porque poco a poco ha alcanzado los más recónditos territorios, no tiene sentido buscar un afuera libre no contaminado. Precisamente su propia omnipotencia es lo que debe girarse en su contra. La paradoja que lo arrincona no es pedir dinero gratis sino darnos dinero. Nos damos dinero gratis cada vez que utilizamos el dinero con una lógica que no es la del capital: cuando expropiamos las mercancías que deseamos, cuando conseguimos la gratuidad de los transportes, cuando okupamos casas... Nos damos dinero a nosotros mismos cuando imponemos el dinero gratis. Esta es la diferencia clave respecto a la renta incondicional que siempre nos será dada, que deberá negociarse, que deberá fijarse en su cuantía por especialistas. El dinero gratis no se argumenta aunque, evidentemente, nosotros sabemos perfectamente que llevamos siglos trabajando, poniendo nuestra fuerza e inteligencia al servicio de este modo de producción, y que ya sería posible conceder alguna forma de renta ligada al mero hecho de existir. El dinero gratis no juega con este posibilismo. No se trata de pedir lo imposible para conseguir lo posible. El dinero gratis se inscribe dentro de una estrategia de objetivos como uno de sus puntos esenciales. Por un lado, es una paradoja que erosiona el sentido común sobre el cual se asienta la economía y, en general el sistema todo. Por otro lado, es una práctica que puede ser impulsada y generalizada. El dinero gratis debe convertirse en un grito de guerra.

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ESTA NOCHE HAY ECLIPSE DE SOL



Obra de teatro en tres actos en la que se analiza si es posible cambiar este mundo y también porqué nos cuesta tanto hacerlo.



Acto Primero.

Mi marido me ha pegado. Pero yo sé que "otro mundo es posible". En la empresa en que trabajo quieren hacer reducción de plantilla. Pero yo sé que "otro mundo es posible"... La lluvia ha decidido que no dejará de caer hasta que el mar sea dulce. La humedad de mi casa me sale por los oídos. Pero yo sé que "otro mundo es posible". Sí, efectivamente, "otro mundo es posible". Lo ha dicho la secretaria de la Federación de ONGs. Lo ha dicho el secretario general... de no me acuerdo qué partido. Por cierto, el partido de fútbol va a empezar dentro de nada. Lo dicen todas las personas serias y responsables. Intento pensar que "otro mundo es posible". Sí, es verdad. Yo puedo pensar que puede existir un mundo mejor que éste. Exactamente no sé qué significa la palabra mejor. Siempre he estado en esta cloaca. Espero que gane mi equipo para tener una pequeña ilusión. ¿Ilusión viene de iluso? Para cambiar este mundo me han dicho que es necesario tomar unas medidas concretas. Son éstas: globalizar los derechos sociales y laborales, fiscalizar los flujos especulativos de capital (creo que no voy a poder contener mi risa). Y, sobre todo: profundizar en la democracia representativa. ¿Iluso viene de ilusión o de fraude? Me recuerda el cuento de la lechera. Un día la Sra Sociedad se dijo a sí misma: democratizaré la economía y entonces podré poner la economía al servicio del hombre y entonces podré... pero el lobo (que era el Neoliberalismo) se la comió... Me parece que me he confundido de cuento. Ciertamente "otro mundo es posible" es una consigna bonita. Cuando la pronuncio poco a poco siento que mis mandíbulas se relajan. Me siento feliz y buena persona. Una gran paz invade todos mis huesos. Además, "otro mundo es posible" me lava la conciencia y puedo así seguir viviendo esta mierda de vida. "Otro mundo es posible" lava más blanco. Me gusta. Da sentido a mi vida. Las ONGs, los sindicatos (de clase) y los partidos políticos que viven gracias al dinero del Estado son especialistas en vender futuro. Yo creo en ellos porque tienen mucho futuro. Yo creo en todo lo que haga falta. Pero yo estoy solo y no quiero sentir que me muero poco a poco, que me muero poco a poco...



Acto segundo.

Un grito ha irrumpido en Barcelona: dinero gratis. En el reparto de los libros expropiados durante el reciente Reclaim the Streets, la música que nos hacía bailar era la del dinero gratis. En la pared de un banco cuyos cristales fueron rotos, una mano había escrito: dinero gratis. Ante la Bolsa cientos de manifestantes con dinero gratis en sus cuerpos afirmaron "nosotros somos la vida". Dinero gratis ha estado en la calle, en los periódicos e incluso en la televisión. Pero nadie ha hablado de él. ¿Se puede hablar del viento? El viento limpia el mundo de horizontes. Y con los horizontes se marcha tambi&ieacute;n el miedo. Entonces se puede ver que el dinero gratis no se opone a "otro mundo es posible": sencillamente lo desconstruye. Lo vacía de ingenuidad, le saca toda autocomplacencia. Pero, sobre todo, denuncia bien alto su función adormecedora. "Otro mundo es posible" es la canción de cuna que nos cantan los que desean que nada cambie: hay que negociar con la realidad, hay que ser constructivos... Hoy día no existe peor acusación que la de no ser constructivo. ¡Nos gustaría tanto ser positivos! ¡Nos gustaría tanto ser arrullados por estos estribillos! El desarrollo sostenible es la eterna primavera del capital. La ecología es su mala conciencia. El consenso democr´tico no es m´s que la censura cuando todo se puede decir... La única pregunta interesante es: ¿cuánto autoengaño necesito para soportar esta existencia miserable?
Desde la afirmación del dinero gratis la consigna "otro mundo es posible" se cambia en: "Este mundo no es el nuestro". Y el que se atreve a decir que "este mundo no es el nuestro" no volverá jamás a vivir tranquilo. Porque ya no podrá refugiarse en la cómoda defensa de una alternativa. Porque sabrá perfectamente que para criticar este mundo no se necesita ningún mundo de repuesto. El dinero gratis es un grito de guerra que cuando se pronuncia abre las encías y deja sabor de sangre. Ante él nos hallamos desnudos. Nuestros pensamientos se desnudan, nuestros sentimientos se desnudan. Y, entonces, sólo queda el asco. El asco ante la vida que llevo. El asco ante lo que yo soy. Y el querer vivir...



Acto tercero.

Pero vosotros ¿Quién sois?
Nosotros somos los desesperados.

¿Por qué estáis desesperados?
Porque ya no esperamos nada.

Es imposible no esperar nada.
Es verdad. Debemos esperar algo.

De una vez, decid ¿quién sois?
Nosotros somos y no somos. Ningún nombre es capaz de identificarnos.

Os creéis muy inteligentes escribiendo de modo que nadie os entiende. ¿Por qué mezcláis ideas políticas con imágenes poéticas?
Porque el lenguaje corriente no nos sirve. Las palabras trabajan para el poder. Hay que reinventar el lenguaje para poder afirmar que rechazamos absolutamente esta sociedad.

¿Sois utópicos?
Parece que no has entendido nada. Las utopías no nos interesan. Las utopías son hoy el falso motor de un falso movimiento.

¡Siempre lo encontráis todo mal!
Sí. Lo encontramos todo mal. Empezando por nosotros mismos. Estamos mal con nosotros mismos porque no encajamos en este mundo. Más exactamente. No queremos encajar, queremos hacernos incompatibles. La única alternativa que admitimos es esta: la realidad o nuestro querer vivir

¿Qué pretendéis entonces?
Restituir el orgullo de poder estar solos para así abrirnos a los demás.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el dinero gratis?
Defendemos y necesitamos el dinero gratis porque no tenemos suficientes vidas para vivir todo lo que queremos vivir.


http://www.eldinerogratis.com

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A ria e nosa e non de REGANOSA